La localidad de Batalha creció de la mano del Monasterio de Santa María de la Victoria, cuya construcción dio comienzo en 1386, y que fue erigido en cumplimiento de un voto de D. João I, rey de Portugal, que prometió a la Virgen su construcción en el caso de que Portugal derrotase a Castilla en la Batalla de Aljubarrota el 14 de agosto de 1385.